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Acostumbrarse al uso de Audífonos

Emplear audífonos implica que las personas que los utilizan tienen una mejor calidad de vida que aquellos, que no oyendo bien, deciden no hacer nada para solucionar su pérdida auditiva.

En primer lugar debemos entender que gracias a los audífonos vamos a volver a poder escuchar perfectamente. Nos vamos a poder relacionar con los demás y con el entorno y, por ello, no se nos debe olvidar que debemos agradecer su existencia. Muchas personas consideran el Audífono un aparato inconveniente cuando es justo todo lo contrario ya que nos va a permitir seguir llevando nuestro ritmo de vida.

A lo largo de los años los audífonos han sufrido una gran evolución permitiendo "escuchar" y adaptarse a personas que anterioremente no tenían ninguna solución a su alcance. Además de ganar en prestaciones los audífonos son cada vez más diminutos, pesan menos, son más resistentes y se adaptan mejor, además de disponer de una autonomía superior. También, gracias a los avances tecnológicos han pasado no solo a ser digitales sino además a comunicarse con otros dispositivos tecnológicos directamente como puede ser con la televisión, los equipos multimedia, los teléfonos, fijos y móviles. Y como último gran avance podemos hablar que ya no dependen de las pilas sino que se pueden recargar directamente como si fueran un móvil.

Emplear audífonos implica que las personas que los utilizan tienen una mejor calidad de vida que los que no oyendo bien deciden no hacer nada para solucionar su pérdida auditiva. Aportan independencia, potencian la seguridad en uno mismo y permiten las relaciones sociales y familiares por lo que todo son ventajas.

El funcionamiento de los audífonos, realmente es muy simple y consiste básicamente en:

1.- Un micrófono en miniatura recoge el sonido.
2.- Un circuito de amplificadores hace que el sonido sea más fuerte.
3.- Un diminuto receptor (o auricular) le entrega el sonido amplificado al oído.

Pero aunque los principios de funcionamiento son básicamente iguales, las necesidades de cada persona no, y por ello los Centros Auditivos, una vez realizado el examen auditivo completo, deben optar por los que van a resolver el problema auditivo de cada persona, de un modo individual. Es decir que cada audífono presenta unas prestaciones que le hace ideal para un tipo de pérdida de audición. A ello debemos unir que no todas las personas llevan el mismo ritmo de vida por lo que ello también va a determinar los mejores audífonos para cada persona.

Podemos agrupar los Audífonos en tres grandes tipos: BTE, ITE y RITE aunque existen más modelos y más clasificaciones

  • Audífonos Retroauriculares (BTE): son los que se colocan detrás de la oreja. Emplean un tubo con una pieza de silicona que lleva el sonido hasta el canal auditivo.
  • Audífonos Intraauriculares (ITE): se fabrican a la medida del oído de cada persona ya que van colocados en el propio oído.
  • Audífonos Híbridos (RITE): todos los componentes del audífono se ubican detrás de la oreja excepto el receptor que se ubica en el conducto auditivo.

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