Cada estilo de vida requiere unos audífonos diferentes, unos audífonos adaptados, precisamente, a esa forma de vivir, a ese ritmo y condiciones concretas.

En numerosas ocasiones hemos hablado acerca de que los audífonos se deben adaptar, además de a la pérdida de sensibilidad auditiva de las personas, a su ritmo de vida. Hay personas que son muy activas y piensan, erróneamente, que los audífonos no les van a permitir practicar las actividades que antes realizaban.

Está claro que el precio de los audífonos importa, pero más es cierto que si nos resuelve nuestra necesidad auditiva estará justificado su valor. Por el contrario, podemos adquirir los audífonos más baratos o económicos pero si no resuelven nuestra pérdida de audición estaremos tirando el dinero.

Los audífonos son fabricados con el objeto de que, además de ayudar a las personas a suplir su pérdida auditiva, sean resistentes y duraderos. Unos audífonos bien cuidados pueden durar años y años, pero eso no significa que nos debamos conformar con los que tenemos cuando necesitemos mejores prestaciones.

Muchas de las incidencias que se producen con los audífonos vienen motivadas, más por el desconocimiento del dispositivo, que por un verdadero problema. Por tanto su solución es tan sencilla como el problema que lo ha podido causar. A continuación hacemos un repaso de las incidencias más comunes y sus posibles soluciones.

El paso de los años no perdona a nadie y el "oído", al igual que el resto de nuestros sentidos, también lo padece. Igual que entendemos que perdemos vista con los años y que somos menos ágiles o más lentos de reflejos debemos asumir que la sensibilidad auditiva, también, se resiente.

Recientes estudios han confirmado que las personas que escuchan bien mantienen una mejor Calidad de Vida que las que no lo hacen. En el grupo de las personas que oyen correctamente se incluyen las personas que emplean audífonos para mejorar su audición.

La pérdida de sensibilidad auditiva implica la limitación de nuestra calidad de vida. Si dejamos de oír, vamos a renunciar a parte nuestra vida social y familiar y, por tanto, a nuestro ritmo de vida.

Las personas que pierden audición deben enfocar este problema desde un punto de vista positivo: gracias a la existencia de los audífonos van a poder volver a oír bien, por lo tanto el problema queda resuelto.

Si podemos dar un consejo a las personas que pierden audición es que no renuncien a su estilo de vida. Existen soluciones a la pérdida auditiva y el empleo de audífonos es una de las mejores.

La mayoría de los casos de pérdida de audición tienen un sencillo tratamiento mediante el empleo de audífonos. Por otra parte, los audífonos deben buscar que el sonido que transmiten a sus usuarios sea lo más parecido a la realidad.

Hacer deporte no es incompatible con el empleo de audífonos. Es más, incluso puede hacer más agradable aún la práctica deportiva si vamos escuchando música, por ejemplo, a través de nuestros audífonos.